Me
siento estúpidamente orgullosa de llevar cuatro días seguidos
actualizando esto.
La tarde de ayer la he
dedicado por completo a arreglar la novela que escribí para el NaNo. Es un proyecto
bastante ambicioso (siempre apunto alto, asumiendo los riesgos de cansarme de
mí misma por el camino y dejarlo todo simplemente porque sí) y sólo he
completado lo que estimo, es el 33% de la parte 1 de 5 (sí, 5 libros; alguien
debería pedirme que, por favor, me dedique a lo que me tengo que dedicar).
Estoy reescribiendo escenas, reestructurando otras, continuando tramas que se
han quedado estancadas, re-perfilando personajes.
El pasado 1 de noviembre
descubrí que me resulta mucho más fácil escribir la barrabasada de 50000 palabras
si no me autoimpongo límites, esquemas, barreras, fronteras; página de Word en
blanco y a la aventura. A mediados de noviembre descubrí que si no me pongo un
límite puedo meter tantas cosas en una historia que acabará por no tener
sentido alguno para nadie que no sea yo.
Ahora me dedico a dibujar
límites, hacer encajar las piezas de un puzzle que tal vez no tenga todo el
sentido del mundo.
Pero, aquí os dejo una pequeña
muestrecilla.
Os mantendré informados. Os guste o no.-No deberíamos haber venido –susurra en su oído.Tina ignora el estremecimiento de su piel y echa la cabeza hacia atrás para pegar su mejilla a la de él.-O sí. Jamás desperdicio la oportunidad de ver a dos tíos compitiendo por quién la tiene más grande –replica ella, sin quitar ojo de la escena.
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